La Cruz de San Andrés y el BDSM

La cruz de San Andrés recibe su nombre por el apóstol de Cristo San Andrés, quien fue crucificado en una cruz de esta forma. La cruz de San Andrés es uno de los elementos consentidos de los amantes del BDSM, debido a que es una cruz en forma de X o aspa en la que cada extremidad de una persona puede ser atada en una punta.

La cruz de San Andrés generalmente está elaborada en madera y consiste en dos tablones por el centro formando así una X vertical.

Cada extremo cuenta con correas que permitan atar a la persona y adicionalmente correas que permiten sujetarla del cuello, cintura y muslos. Si bien el mercado ofrece diferentes tipos de recubrimientos o accesorios en la cruz el elemento básico siempre está presente.

Generalmente la cruz está sujeta a una pared o columna que facilita el acceso pero también es posible no sujetarla lo que incrementará su movimiento, esto facilitara mover a la persona que se encuentra atada en posiciones diferentes como cabeza abajo o dela lado.

Este elemento es fundamental en las practicas BDSM debido a que permite que el amo tenga total control sobre cada parte del cuerpo del esclavo que se encuentra inmóvil en la cruz.

Es por esta razón que es vital saber con quién se usa la cruz y tener todas las medidas de seguridad y reglas muy claras antes de practicar cualquier tipo de técnica BDSM. Las palabras de seguridad son muy importantes en esta práctica debido a que si surge alguna complicación tanto amo como esclavo deben estar informados sobre las mismas.

La cruz de San Andrés permite incorporar infinidad de elementos como máscaras de látex, spanking, mordazas, amarres, cadenas o cintas adhesivas, vendas para ojos, ceras, pinzas para pezones y demás objetos que harán del uso de esta cruz una experiencia inolvidable para amo y esclavo.

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